Ya os podéis imaginar que la idea de escribir un blog como este se le ocurre a una a las tantas de la mañana. O la noche, según se mire. Para presentarme, diré que tengo veinti-pocos y que no, no pretendo ser Carrie Bradshaw ni tampoco Samantha Jones, si bien son estos dos personajes los que me han inspirado para aterrizar por aquí.
Como para tantas otras de mi generación, “Sexo en Nueva York” es una serie con la que prácticamente he crecido. No desde la infancia, obviamente, pero sí el suficiente tiempo como para saber los diálogos de memoria. Por eso, dada mi cierta vocación –que no profesión– de escritora, encuentro en Carrie algo de mi reflejo. No obstante, como reza el título de este blog, quizás soy más Samantha. Mi promiscuidad no es tanta como la del personaje en la serie (¡qué más quisiera!) y mi personalidad no es tan fuerte, tengo más complejos que ella sin duda. Pero vaya, ojalá no los tuviera, intento quitarme un poquito de ellos cada día.
No obstante, aunque mi verdadero nombre no es Samantha e insisto en que no pretendo imitar a nadie, un personaje con citas como “soy intento-sexual: lo intento todo al menos una vez” o “te quiero mucho, pero me quiero más a mí” me merecía, al menos, un pequeño homenaje. Dicho esto, ¡bienvenidos seáis! Espero vuestros comentarios en mis próximas entradas.
